Dentro del entorno industrial, los responsables de la evolución hacia la Industria 4.0 pueden verse abrumados por la cantidad de tecnologías y herramientas disponibles. Es una sensación natural, así como el temor a escoger aquellas que no se ajusten a las necesidades de la empresa, no generando beneficios. Para hacer esta decisión mucho más llevadera, traemos aquí las soluciones clave para emprender este camino hacia la Cuarta Revolución Industrial.
¿Qué es la cuarta revolución industrial?
La Cuarta Revolución Industrial (o Industria 4.0) es un término que tiene su origen en el Foro Económico Mundial de 2016. Se trata de un concepto acuñado por su fundador, Klaus Schwab, que la describe con expresiones como:
“Estamos al borde de una revolución tecnológica caracterizada por una fusión de tecnologías que está borrando las líneas entre las esferas física, digital y biológica”.
«La Cuarta Revolución Industrial no se define por un conjunto de tecnologías emergentes en sí mismas, sino por la transición hacia nuevos sistemas que están construidos sobre la infraestructura de la revolución digital».
La Cuarta Revolución Industrial es tangible en el tejido empresarial español. De hecho, atendiendo al estudio sobre la misma realizado por KPMG:
- El 37% de las empresas participantes le dan prioridad.
- El 84% asegura que ya ha emprendido acciones al respecto.
Además, debemos tener en cuenta que la situación actual ha supuesto un impulso para la digitalización de los negocios. A raíz de ella, según un informe de Sage:
- El 40% de las empresas ha tomado medidas de digitalización durante la nueva normalidad.
- El 48% planea invertir en ellas.
Ventajas de la Cuarta Revolución Industrial
Adoptar las soluciones propias de la Industria 4.0 conlleva una serie de beneficios que hacen a las empresas decantarse por ellas, como son:
- Mejora en los tiempos de producción: gracias a la automatización de acciones, la reducción de fallos y el hecho de que los trabajadores puedan invertir su tiempo en acciones que realmente aportan valor.
- Mayor calidad de los productos y servicios ofrecidos: la aplicación de tecnologías disruptivas hace que sea más sencillo cumplir con los estándares de calidad establecidos.
- Posibilidad de crear nuevos productos y servicios.
- Reducción de costes.
- Mayor seguridad para los equipos humanos.
- Producción más adaptable a las circunstancias de cada momento.
- Mayor sostenibilidad desde el punto de vista medioambiental. Por ejemplo, con la eliminación del papel.
- Flujo de información más eficiente entre departamentos, así como con partners, clientes y gobiernos.
Principales retos para alcanzar la Cuarta Revolución Tecnológica
Pese a todos los beneficios, aún quedan desafíos que superar para que la Cuarta Revolución Industrial sea una realidad en muchas empresas. Las más destacadas son:
- Necesidad de capacitación por parte del personal, que en algunos casos tendrá que reciclarse para adaptarse a las nuevas herramientas.
- Para implantar algunas soluciones, se requerirá de una importante inversión inicial. Esta se verá compensada con el tiempo, aunque puede suponer un freno inicialmente.
- Al tratarse de tecnologías innovadoras y relativamente recientes, requerirá más esfuerzo encontrar personas especializadas en ellas.
- Hay que tener especial cuidado con no dejar a un lado el factor humano. No debemos olvidar que este cambio digital debe tener a las personas en su centro.
Herramientas digitales para la Cuarta Revolución Industrial
Estamos inmersos en una realidad en la que tecnologías como la inteligencia artificial, cloud computing, la biometría y la propia firma digital, están haciendo evolucionar los procesos en todo tipo de empresas. Veamos sus principales aplicaciones.
Inteligencia artificial
Dentro de la Cuarta Revolución Industrial, la inteligencia artificial es muy útil de cara a que las máquinas aprendan por sí mismas. Estas lo hacen con base en los datos que reciben y a los históricos que contienen. Aquí surgen conceptos como machine learning y deep learning.
Para la gestión documental, los algoritmos de inteligencia artificial pueden procesar y analizar estos documentos. Con ello, se consigue extraer y clasificar automáticamente información de interés del documento.
Cloud computing
Trabajar en la nube supone una ventaja enorme para facilitar el trabajo en entornos colaborativos. Con cloud computing, las industrias pueden monitorizar todos los datos de fabricación, incluso en tiempo real, para tomar decisiones basadas en información.
La computación en la nube aporta mucho a la hora de administrar los documentos que se generan continuamente: registros, informes de calidad, albaranes, etc. Estos documentos, debidamente digitalizados, siempre estarán a disposición de quien los requiera y tenga los permisos necesarios.
Biometría
Lectores de huellas dactilares, de iris, cámaras en dispositivos móviles capaces de reconocer una cara, tabletas que registran información del trazo de una firma realizada sobre la pantalla… son solo una muestra de las opciones que ofrece la tecnología para la recogida de datos biométricos.
Sus aplicaciones son múltiples, desde la firma electrónica de documentos, hasta el registro de entradas y salidas o el acceso a algunas zonas concretas.
Firma digital
Dentro del gran trabajo documental que implica el funcionamiento de una industria, el empleo de la firma electrónica hace que este se agilice enormemente. Con ella se pueden firmar todo tipo de documentos a distancia, así como gestionar procesos complejos de firma documental, entre otras opciones.
Además, la firma digital se integra con algunas de las soluciones que acabamos de comentar. Ejemplos de ello son:
- Las herramientas de firma digital, como las de Viafirma, hacen uso de la tecnología de Reconocimiento Óptico de Caracteres (OCR). Se trata de un recurso muy útil para acelerar el paso de los documentos en papel a los digitales, a la vez que se extraen metadatos y se clasifican.
- Cloud computing da forma a la firma digital en la nube o firma centralizada. Con ella, podemos firmar electrónicamente con certificados digitales que se encuentran alojados en servidores seguros. Esto permite que podamos emplearlos independientemente de la ubicación y del momento.
- Para cumplimentar con una firma electrónica válida, una de las opciones disponibles es mediante el aporte de evidencias biométricas. Imágenes, vídeos, locución o firma manuscrita sobre una tableta especializada son una muestra de este tipo de pruebas.
La Cuarta Revolución Industrial está muy latente en las empresas, pasando a ser un imprescindible dentro de un entorno competitivo tan exigente. Sus beneficios dan motivos de sobra para lanzarse a por ella, rompiendo las barreras que frenan su implementación.
Aunque muchos piensen que la Cuarta Revolución Industrial trata exclusivamente de maquinaria y de líneas de producción, esta también abarca otros aspectos igual de relevantes. Uno de ellos es el trabajo con todo tipo de documentos, que pueden contarse por cientos o miles.
Todo esto hace que su gestión deba optimizarse al máximo. Aquí es donde entra en escena la firma digital. Esta es capaz de aprovechar las prestaciones que ofrecen otras tecnologías, aportando agilidad, seguridad y confianza legal a todos los procesos.