La tecnología es una potente herramienta que tenemos a nuestra disposición para mejorar diferentes aspectos de nuestra vida diaria, entre ellos la seguridad del sistema sanitario. La Unión Europea no es la única que vela por la protección de los derechos de los pacientes, la tecnología también ayuda en este sentido. Veamos cómo lo hace.
Desde el 18 de abril de 2007 se celebra el Día Europeo de los Derechos de los pacientes. La Active Citizenship Network fue la encargada de promover esta iniciativa y también elaboró una Carta Europea de Derechos del Paciente, basándose en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
En esta carta, la organización recogía catorce derechos que los pacientes deben tener, y son los siguientes:
Mayor protección gracias al RGPD
El nuevo Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés), se centra precisamente en estos aspectos que defiende la ACN, y su principal objetivo es reforzar la protección de su privacidad y otros derechos relacionados con el tratamiento de sus datos.
Los cambios introducidos por el RGPD influyen en el consentimiento y su definición. A partir del día 25 de mayo, el consentimiento debe ser una “clara acción informativa”, lo cual descarta “el silencio, las casillas ya marcadas o la inacción”. Las nuevas características principales se resumen en que tiene que ser libre, específico, granular y acreditable.
Para cumplir con estos requisitos, la tecnología es una aliada perfecta que facilita el trabajo a aquellos que deben recoger el consentimiento de los pacientes a diario, algo muy habitual en el sector de la investigación médica y los laboratorios.
Herramientas como Viafirma Documents hacen que este proceso sea mucho más fácil e intuitivo y se ajuste por completo a la nueva legalidad, a la que todavía faltan muchas empresas españolas por adaptarse.
La aplicación asegura la identificación del firmante del consentimiento con su nombre completo y otras evidencias igualmente válidas como fotografías, datos biométricos, geolocalización, etc., además de la inclusión del sello del tiempo (obligatorio para medios online y escritos) para la posterior verificación en caso necesario.
Tecnología al servicio del paciente: eHealth
La tecnología no solo sirve como ayuda para facilitar procesos, sino que también está integrada en el sistema de salud, lo que se conoce como eHealth (salud electrónica). La definición de este concepto no está clara ni consensuada, existen muchas acepciones diferentes, pero en líneas generales es el aprovechamiento de las ventajas de la tecnología dentro del sistema sanitario.
La historia clínica electrónica (HCE) es uno de los ejemplos más claros de prácticas que pertenecen a la eHealth y que están implantadas ya casi en su totalidad. La historia clínica electrónica concentra en un único archivo de soporte digital toda la información referente al paciente y a su atención, lo cual facilita enormemente el trabajo de los profesionales de la salud y ayuda a que se cumplan con los derechos de los pacientes.
La eHealth se integra en todas las partes del proceso sanitario, por lo que la prescripción electrónica es también una realidad. Esta se define como la generación y transmisión de recetas médicas mediante un proceso electrónico en lugar del uso tradicional de papel y bolígrafo.
La transición del papel al formato electrónico también se produce en este sector, que ofrece una serie de beneficios como el ahorro de recursos, la disminución de errores en la prescripción y en el surtido de medicamentos o la reducción del desvío de estos o de duplicación de recetas.
La eHealth va más allá y quiere aprovechar las ventajas de los dispositivos que utilizamos día a día para ayudar en la búsqueda de posibles problemas de salud y alcanzar de una forma más eficiente un diagnóstico final, esto es a salud móvil, o mHealth, en inglés.
La mHealth nace gracias a las funciones de los smartphones actuales y los wearables como las pulseras o los smartwatches. Estos dispositivos permiten una monitorización en tiempo real de los signos vitales del paciente y otras constantes para un control mucho más exhaustivo y un diagnóstico más eficiente.
Además, la eHealth está ayudando a acercar infraestructuras sanitarias a países en vías de desarrollo que de otra forma no tendrían gracias a las comunicaciones vía satélite. La telemedicina resulta extremadamente útil en lugares donde los sistemas de transporte no son lo suficientemente bien y se necesita atender a distancias a ciertos pacientes.
La Unión Europea ya ha demostrado su preocupación por blindar los derechos de los pacientes y proteger su privacidad a través del nuevo Reglamento General de Protección de Datos, que dentro de poco entrará en vigor para todos los países miembro.
Esta mayor protección desde el estamento judicial y legal se complementa con la utilización de la tecnología siempre en beneficio del paciente. Su aplicación repercute positivamente en él. Desde la prevención y diagnóstico de enfermedades, hasta en la dispensación de las recetas a todos los niveles del sistema sanitario.