Reunir en una sola aplicación tu información personal y tus documentos oficiales teniendo el control absoluto de qué datos cedes y dónde los cedes. Esa es la intención de la cartera digital europea de identidad que muy pronto será una realidad en Europa.
¿Qué es la cartera digital europea?
Seguro que tienes decenas de cuentas de usuario activas en páginas y plataformas que no recuerdas, sin saber qué datos has cedido para abrirlas. Y seguro que has tenido que hacer tediosos procesos de registro e identificación en diferentes plataformas o procesos administrativos sin que quede claro qué uso se hará de los datos cedidos.
Este tratamiento de los datos que hacen empresas e instituciones preocupa al 72% de los ciudadanos de la Unión Europea, según el Eurobarómetro.
Impulsada por la Comisión, la cartera digital europea o EU Digital Wallet (EUDI Wallet) pretende lograr un único sistema de identificación personal válido online en todo el continente, algo que desea el 63% de los ciudadanos de la UE según la anteriormente citada encuesta del Eurobarómetro.
Esta cartera almacenará nuestra identidad digital con todos nuestros documentos e información personal que puedan ser relevantes para hacer trámites o registros, facilitando la identificación a la hora de hacer gestiones ya sea con entidades públicas como privadas, y permitiendo controlar quién y cómo se usa nuestra información desde un único lugar.
«Cada vez que una aplicación o un sitio web nos pide que creemos una nueva identidad digital o que nos conectemos fácilmente a través de una gran plataforma, en realidad no tenemos ni idea de lo que sucede con nuestros datos. Esta es la razón por la que la Comisión propondrá una identidad electrónica europea segura. Una identidad en la que confiemos y que cualquier ciudadano pueda utilizar en cualquier lugar de Europa para cualquier operación, desde el pago de sus impuestos hasta el alquiler de una bicicleta. Una tecnología con la que nosotros mismos podamos controlar qué datos se utilizan y cómo». - Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en su discurso sobre el estado de la Unión, el 16 de septiembre de 2020
Funciones de la cartera digital europea
La necesidad de crear esta cartera digital europea surge del creciente uso de internet en todos los aspectos de la vida diaria, algo impulsado por el Covid-19, y que ha acelerado la adopción de métodos telemáticos para la resolución de tareas que antes requería de la presencia física de las personas.
Durante la pandemia, bancos o administraciones públicas, por citar ejemplos, necesitaban seguir prestando servicios en los que la identificación personal del usuario era requerida para la formalización de un trámite. De igual modo, ha crecido exponencialmente el comercio electrónico y el uso de plataformas digitales en las que identificarse requiere procesos independientes en cada una de ellas más o menos complejos, y que acaban resultando en la existencia de cientos de cuentas y perfiles de usuario con nuestros datos asociados en los que resulta muy difícil llevar un control de cuánta de nuestra información hemos cedido.
En el monedero digital europeo no solo almacenaremos datos que permitirán identificarnos de manera fácil y segura en cualquier trámite, si no también otros como títulos académicos, permisos de conducir, tarjetas bancarias o historial de recetas médicas, por ejemplo, lo que permitirá usarlos de manera sencilla a la hora de realizar cualquier gestión de forma digital.
Pero además, desde la propia cartera digital europea podremos controlar qué datos cedemos a cada entidad según sean necesarios para formalizar el trámite, sin necesidad de entregar aquellos que no sean requeridos, lo que otorga una protección mayor a nuestros datos.
Podremos usar, por ejemplo, nuestra edad para un servicio que requiera ser mayor de 18 años sin necesidad de revelar nuestra fecha de nacimiento exacta o nuestro nombre real.
¿Cuándo estará disponible?
Desde septiembre, la implantación de la cartera digital europea será progresiva en todos los estados miembros de la Unión, y podrá empezar a usarse de manera transfronteriza para hacer gestiones que requieran de nuestra identificación.